martes, 29 de enero de 2008

LUNA

Ahí viene con el alba, corriendo, saltando. No da paz.

¿Quién te apura pequeña princesa?

El día es largo y el sol recién asoma.

La fragancia del jazmín empieza a entonar,

en aromas melodiosos “El canto de Luna”.

¡Hey! ¡Princesa! ¿Quieres bailar?

Ella ríe, se alegra y de sonrisas parece que estallará.

Se mece en un árbol, recoge la hojarasca,

se esconde debajo de una cáscara de nuez.

El viento vuela las hojas y mece el trigal. El día se acaba.

¡Princesa, ya no corras más! ¡Te voy a cantar!

La he encontrado arrullada en la enredadera.

Tiene una maraña por cabellos y manitas de algodón,

Un bollo de miel en su sonrisa y son rosas sus mejillas.

Y en sus ojos hay la vehemencia de mi Dama.

¿Tienes frío Princesa? Mi capa te dará abrigo.

Descansa en mis brazos, te llevaré al hogar.

“Dama nueva, nueva noche” es lo último que oirás.

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