domingo, 14 de septiembre de 2008

Amapola

Llevas el color del nacimiento del mundo prendido en la solapa,
y yo, tan efímero y humano, me inclino ante tu entereza.
Hoy me encuentras algo frágil y con el alma afligida,
permite que me enrede en tus brazos y me arrulle con tu aroma.

Dame bella princesa, algo de tu embriagante veneno,
deja que se adormile mi alma de pensamientos y sueños,
Cuando despierte complacido, me recibirá el desfalleciente mundo,
y yo te buscaré, perdido de amor, Amapola mía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A pesar que dices no ser romántico y sueles decir ser muy pragmático, tus composiciones estan cargadas de romanticismo y mucho amor. Me gustan mucho.
Sigue deleitándonos con ellas.
Un beso,
Julissa