viernes, 27 de junio de 2008

Instante

Obra

Sus ojos miran la ventana entreabierta,
yacen iluminados por el sol de la mañana.
Vestidas de amaranto, las paredes sirven de marco perfecto.

Amores

Es efímera la vida y hay tanto que decir.
Un ave silba mientras observa.
La luz muerta es difusa.

Suspiro.

Ella mira agónica.
El viento mece las sombras.
Ya no escribas más, Dios.
Déjame amar el momento.

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