Obra
Sus ojos miran la ventana entreabierta,
yacen iluminados por el sol de la mañana.
Vestidas de amaranto, las paredes sirven de marco perfecto.
Amores
Es efímera la vida y hay tanto que decir.
Un ave silba mientras observa.
La luz muerta es difusa.
Suspiro.
Ella mira agónica.
El viento mece las sombras.
Ya no escribas más, Dios.
Déjame amar el momento.
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