martes, 25 de noviembre de 2008

Yo

Podría romper el silencio y lanzarme al sendero de tu vanidad,
mas prefiero ser reflejo en tus ojos o
sombra tenue que tremola sobre ti.
¿Qué piensas ahora?

No es el mar que tanto ansias;
ni la blanca espuma que rodea tus andares.
No el canto de un despistado tordillo;
ni la tenacidad del, a veces, injusto tiempo.

Soy yo.
He vuelto para abrirme paso en tu incertidumbre y
dejar mis huellas sobre las tuyas.
Para buscar la trascendencia.

Veo titilar mil perlas negras.
Es noche cerrada, pero puedo verlas.
Me inclino bajo tu estropeado manto y
veo mis estropeadas ropas.

No es suficiente creer en el sino;
ni que caigamos en viejos vicios.
No partiré a pregonar tus temores,
pues ya tengo bastante con los míos.

Permíteme ser como los demás.
Dejaré mis huellas donde puedas verlas.
Acabaré con nuestros orgullos.
Vestiré de negro y me sentaré a esperar.

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