Limpié mis gafas, acomodé mi cabello y la miré.
Apretó su cuerpo al mio. Su pecho latía más rápido que nunca.
Deslicé mis dedos por su cuello. Ella intentó besar mis labios y no la dejé.
Acaricié sus blancas y largas manos.
Sequé sus lágrimas y me fui.
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